('Los Simpson: la película')
AÑO: 2007
DURACIÓN: 87 min.
DIRECTOR: David Silverman
GUIÓN: James L. Brooks, Matt Groening, Al Jean, Ian Maxtone-Graham, George Meyer, David Mirkin, Mike Reiss, Mike Scully, Matt Selman, Jon Vitti, John Swartzwelder
BANDA SONORA: Hans Zimmer
MONTAJE: John Carnochan
No es un episodio alargado. La verdad por delante. Todos nos temíamos que así fuese, pero por suerte no ha sucedido. Matt Groening, James L. Brooks y compañía no han sucumbido a la tentación de escribir el guión de un episodio y alargarlo todo lo posible como un chicle hasta alcanzar la hora y veinte minutos. Ahora bien, dejando de lado otros defectos, tampoco es un largometraje estrictamente hablando.
Cuánta expectación levantó esta película meses, e incluso años, antes de su estreno. Mucha gente la esperaba con gran impaciencia, deseando que fuese la Biblia sobre ese universo tan rico como es la ciudad de Springfield, habitada por Homer, Bart, Marge, Moe, Barney, Smithers y compañía. Aún encima, Matt Groening puso el listón muy alto al afirmar que se verían a casi todos los personajes que la serie nos mostró a lo largo de todos estos años. No nos mintió, casi todos los personajes con un mínimo de importancia desfilan ante nuestros ojos. Pero claro, la gente se esperaba algo más que el simplemente vislumbrarlos durante unos segundos sin que prácticamente digan una mísera línea de diálogo. Que eso ocurra con la señorita Hoover no es algo grave, pero que Patty, Selma, el director Skinner o Apu apenas aparezcan ya se nos antoja más molesto.
Desperdiciar tantos minutos en mostrar sin motivo alguno y sin importancia en el contexto de la historia a decenas, cientos de personajes no es una gran decisión. Y menos aún si la estructura de la película limita enormemente en qué momentos tiene sentido verlos al estar dividida en tres fragmentos muy diferenciados. Más que una película parece que estemos viendo tres capítulos fusionados sin gran coherencia entre sí. Ni siquiera los gags logran funcionar en la mayoría de los casos, exceptuando unos cuantos de la introducción, de lejos lo mejor de la película, y no lo digo por Spider-Cerdo, del cual no alcanzo a comprender la popularidad que ha ganado en la red. En la serie casi todos los momentos cómicos que rodean a Homer funcionan en mayor o menor medida, pero aquí suelen fallar estrepitosamente. Quizás Antena 3 nos haya saturado con demasiados episodios repetidos mil veces y ya nada nos logre sorprender.
Aparte de todo lo que ya vimos en la serie y que aparece de nuevo aquí con mayor o menor eficacia, también se añaden unos pocos personajes nuevos, a cada cual más mediocre y falto de personalidad y encanto. Además, en el caso de la jefa india resulta ser un personaje salido de la nada, sin motivo ni razón aparente ni oculta, un mero comodín para que la historia avance de un modo burdo y descarado. Pero no sólo se añaden personajes sin lógica alguna, sino que las propias personalidades y reacciones de la familia son alteradas respecto a lo que vimos en la serie. Lisa resulta mucho más caricaturesca de lo habitual en ella, llegando en ocasiones a rozar el ridículo por situaciones que ya ha vivido en más de una ocasión. Bart ahora sufre un trauma por culpa de la falta de atención de Homer que nadie se explica cuando su padre lleva años estrangulándolo como si fuera el pan de cada día. Homer resulta bastante fiel a sí mismo, excepto en lo que concierne a su relación con Bart, y en algunas ocasiones con Marge, pero lo fallido de sus gags complica que el personaje funcione como es habitual en él. Marge es claramente el personaje más fiel a la serie, lo cual tampoco era difícil teniendo en cuenta el claro papel que siempre ha cumplido como pastora que guía al rebaño dentro de la familia. Sobre Maggie no diremos nada, ya que su importancia es prácticamente nula en la película. Los demás, como Moe, Barney, el Sr. Burns o la Srta. Krabapappel, intentan confirmar su característica más conocida mediante uno o dos gags insertados con calzador, resultando un pobre complemento para una familia que, por los cambios que han efectuado en sus comportamientos, nos resultará extraña en más de una ocasión. Ah, y el mayor vicio de la serie, el sentimiento de unidad de Springfield por el cual todos los habitantes se unen por cualquier motivo, sigue presente en la película. La tentación fue demasiado grande para los guionistas.
Está claro. El universo de la familia Simpson no ha sido bien llevado a la gran pantalla en lo referente a su historia, pero tampoco en el apartado técnico podemos tirar cohetes. Los dibujos resultan más estilizados y agradables de lo habitual, pero en bastantes ocasiones han sido recargados con animaciones exageradas o inútiles para mostrarnos simplemente lo bien que se lo han currado. Y los fondos y objetos en 3-D no suelen encajar demasiado bien con la animación tradicional que reina en la película. Al menos el formato panorámico ha sido aprovechado bastante bien, alejando la mayoría de los planos de la estética televisiva, pero de un modo natural, no como un pegote sino como una extensión o mejora de lo que hasta ahora nos habían ofrecido. Pero, por muy panorámico que sea, un simple refrito de gags insulsos, visiones fugaces de personajes, animaciones presuntuosas y la aparición especial de Tom Hanks no puede considerarse una buena película. Ni aunque salga Homer Simpson. Y mucho menos si sale Spider-Cerdo.