24 dic 2007

Una serie de catastróficos absurdos de Matt Groening

'The Simpsons Movie'
('Los Simpson: la película')



AÑO: 2007
DURACIÓN: 87 min.
DIRECTOR: David Silverman
GUIÓN: James L. Brooks, Matt Groening, Al Jean, Ian Maxtone-Graham, George Meyer, David Mirkin, Mike Reiss, Mike Scully, Matt Selman, Jon Vitti, John Swartzwelder
BANDA SONORA: Hans Zimmer
MONTAJE: John Carnochan




No es un episodio alargado. La verdad por delante. Todos nos temíamos que así fuese, pero por suerte no ha sucedido. Matt Groening, James L. Brooks y compañía no han sucumbido a la tentación de escribir el guión de un episodio y alargarlo todo lo posible como un chicle hasta alcanzar la hora y veinte minutos. Ahora bien, dejando de lado otros defectos, tampoco es un largometraje estrictamente hablando.

La escena del desnudo de Bart resulta muy absurda y fuera de lugar, ya que en la serie Homer no realiza nunca ese tipo de apuestas con su hijoCuánta expectación levantó esta película meses, e incluso años, antes de su estreno. Mucha gente la esperaba con gran impaciencia, deseando que fuese la Biblia sobre ese universo tan rico como es la ciudad de Springfield, habitada por Homer, Bart, Marge, Moe, Barney, Smithers y compañía. Aún encima, Matt Groening puso el listón muy alto al afirmar que se verían a casi todos los personajes que la serie nos mostró a lo largo de todos estos años. No nos mintió, casi todos los personajes con un mínimo de importancia desfilan ante nuestros ojos. Pero claro, la gente se esperaba algo más que el simplemente vislumbrarlos durante unos segundos sin que prácticamente digan una mísera línea de diálogo. Que eso ocurra con la señorita Hoover no es algo grave, pero que Patty, Selma, el director Skinner o Apu apenas aparezcan ya se nos antoja más molesto.

Desperdiciar tantos minutos en mostrar sin motivo alguno y sin importancia en el contexto de la historia a decenas, cientos de personajes no es una gran decisión. Y menos aún si la estructura de la película limita enormemente en qué momentos tiene sentido verlos al estar dividida en tres fragmentos muy diferenciados. Más que una película parece que estemos viendo tres capítulos fusionados sin gran coherencia entre sí. Ni siquiera los gags logran funcionar en la mayoría de los casos, exceptuando unos cuantos de la introducción, de lejos lo mejor de la película, y no lo digo por Spider-Cerdo, del cual no alcanzo a comprender la popularidad que ha ganado en la red. En la serie casi todos los momentos cómicos que rodean a Homer funcionan en mayor o menor medida, pero aquí suelen fallar estrepitosamente. Quizás Antena 3 nos haya saturado con demasiados episodios repetidos mil veces y ya nada nos logre sorprender.


Homer es, como siempre, el personaje que acumula mayor número de gags, pero en esta ocasión casi ninguno funciona mínimamente bien


Aparte de todo lo que ya vimos en la serie y que aparece de nuevo aquí con mayor o menor eficacia, también se añaden unos pocos personajes nuevos, a cada cual más mediocre y falto de personalidad y encanto. Además, en el caso de la jefa india resulta ser un personaje salido de la nada, sin motivo ni razón aparente ni oculta, un mero comodín para que la historia avance de un modo burdo y descarado. Pero no sólo se añaden personajes sin lógica alguna, sino que las propias personalidades y reacciones de la familia son alteradas respecto a lo que vimos en la serie. Lisa resulta mucho más caricaturesca de lo habitual en ella, llegando en ocasiones a rozar el ridículo por situaciones que ya ha vivido en más de una ocasión. Bart ahora sufre un trauma por culpa de la falta de atención de Homer que nadie se explica cuando su padre lleva años estrangulándolo como si fuera el pan de cada día. Homer resulta bastante fiel a sí mismo, excepto en lo que concierne a su relación con Bart, y en algunas ocasiones con Marge, pero lo fallido de sus gags complica que el personaje funcione como es habitual en él. Marge es claramente el personaje más fiel a la serie, lo cual tampoco era difícil teniendo en cuenta el claro papel que siempre ha cumplido como pastora que guía al rebaño dentro de la familia. Sobre Maggie no diremos nada, ya que su importancia es prácticamente nula en la película. Los demás, como Moe, Barney, el Sr. Burns o la Srta. Krabapappel, intentan confirmar su característica más conocida mediante uno o dos gags insertados con calzador, resultando un pobre complemento para una familia que, por los cambios que han efectuado en sus comportamientos, nos resultará extraña en más de una ocasión. Ah, y el mayor vicio de la serie, el sentimiento de unidad de Springfield por el cual todos los habitantes se unen por cualquier motivo, sigue presente en la película. La tentación fue demasiado grande para los guionistas.

En la película se nos muestra a Bart y Homer como un hijo y un padre que pierden el gran vínculo emocional que tanto los unía. ¿Se puede saber cuándo vimos tal vínculo en la serie?Está claro. El universo de la familia Simpson no ha sido bien llevado a la gran pantalla en lo referente a su historia, pero tampoco en el apartado técnico podemos tirar cohetes. Los dibujos resultan más estilizados y agradables de lo habitual, pero en bastantes ocasiones han sido recargados con animaciones exageradas o inútiles para mostrarnos simplemente lo bien que se lo han currado. Y los fondos y objetos en 3-D no suelen encajar demasiado bien con la animación tradicional que reina en la película. Al menos el formato panorámico ha sido aprovechado bastante bien, alejando la mayoría de los planos de la estética televisiva, pero de un modo natural, no como un pegote sino como una extensión o mejora de lo que hasta ahora nos habían ofrecido. Pero, por muy panorámico que sea, un simple refrito de gags insulsos, visiones fugaces de personajes, animaciones presuntuosas y la aparición especial de Tom Hanks no puede considerarse una buena película. Ni aunque salga Homer Simpson. Y mucho menos si sale Spider-Cerdo.

8 dic 2007

Zodiac, caso abierto

'Zodiac'



AÑO: 2007
DURACIÓN: 158 min.
DIRECTOR: David Fincher
GUIÓN: James Vanderbilt (Novela: Robert Graysmith)
BANDA SONORA: David Shire
FOTOGRAFÍA: Harris Savides
MONTAJE: Angus Wall
PRINCIPALES INTÉRPRETES: Jake Gyllenhaal, Robert Downey Jr., Mark Ruffalo, Anthony Edwards, Chloë Sevigny, Donal Logue, John Carroll Lynch, Brian Cox, Dermot Mulroney, Clea DuVall, Elias Koteas, Candy Clark, Philip Baker Hall, John Getz




Los años pasan y algunos crímenes no son nunca resueltos. En ocasiones su investigación se cierra con el paso del tiempo,y acaban prescribiendo, y a veces simplemente acaban en el fondo del archivo de una comisaría. Pero también hay algunos casos que permanecen abiertos durante años y años, puede que incluso décadas, sin que se logre esclarecer lo sucedido lo más mínimo en todo ese tiempo. En el mundo existen diversos asesinos en serie que se han podido reir en las propias narices de la policía al ver cómo sus crímenes han quedado totalmente impunes tras montones de horas de investigación. En EE.UU. viven un gran número de ellos, entre los cuales podemos nombrar al conocido como Zodiac.

A pesar de las numerosas pruebas que tenían en su contra, ni el sargento Mulanax (Elias Koteas) ni los detectives Toschi (Mark Ruffalo) y Armstrong (Anthony Edwards) fueron capaces de lograr una pista concluyente hacia Arthur Leigh Allen (John Carroll Lynch)Autor de cuatro asesinatos y otras tres agresiones graves en los alrededores de San Francisco, además de existir cinco posibles víctimas más que no han podido ser confirmadas debido a la ausencia de pruebas concluyentes, hoy en día sigue sin saberse su verdadera identidad a pesar de los numerosos recursos empleados en su investigación y del gran revuelo montado en los 60 y 70 debido a sus mensajes cifrados publicados en los periódicos junto con diversas amenazas de asesinatos. Todos estos mensajes y la gran cantidad de tiempo invertido en su investigación, con la consecuente lista de sospechosos, constituyen un material estupendo para desarrollar una historia, algo que ya ha sido aprovechado en diversas ocasiones, y que ahora lo vuelve a ser por parte de David Fincher.

El director articula de nuevo un film en torno a un psicópata, aunque cambiando el enfoque global de la historia. Si bien es habitual en las películas de asesinos en serie que centren su atención en el delincuente, ya que a fin de cuentas los villanos suelen ser los personajes más recordados de las películas, como podemos comprobar en las historias dedicadas al archiconocido Hannibal Lecter, también hay casos en los que la narración se articula en torno a los investigadores, como en Se7en, también de Fincher. Pero en otras ocasiones, las menos, el tema central no son los personajes, sino la propia investigación. Esto es habitual cuando la película se adentra en temas políticos, como JFK, pero no cuando se anda tras la pista de un asesino, por lo que éste resulta el primer punto claramente destacable del nuevo trabajo del director de The Game.


La única pega que se le puede poner al magnífico reparto de 'Zodiac' es que ciertos secundarios como Chloë Sevigny, Philip Baker Hall o Brian Cox (en la imagen) hagan apariciones tan fugaces teniendo en cuenta su excelente calidad como intérpretesCon una precisión casi milimétrica en cuanto a las fechas, asistimos a la reconstrucción en pantalla de una investigación tan deslabazada como en ocasiones inconexa en cuanto a las pistas que siguen, debido a los extensos descansos que Zodiac se tomaba entre un asesinato y el siguiente. Pero esto no supone un problema a la hora de seguir la historia debido a un excelente ritmo y dosificación de la información relativa a los crímenes e hipótesis barajadas por la policía. Puede que en ocasiones uno se pierda entre tantos datos que parecen no llevar a ningún sitio, pero entonces es que los datos realmente no conducen a nada, por lo que olvidar algunos detalles no supone ningún problema. La película remarca aquellos que resultan realmente importantes simplemente con su propia continuidad a lo largo de la investigación llevada a cabo por los inspectores de policía Armstrong y Toschi.

Lo que al principio era una simple curiosidad por el caso de Zodiac acabará convirtiéndose en una obsesión para el joven Graysmith (Jake Gyllenhaal)Sobre estos investigadores poco sabemos, sólo lo esencial, poco menos que sobre el dibujante Robert Graysmith, el cual realizó por su cuenta buena parte de las investigaciones que condujeron a la policía a un sospechoso más que probable, pero para el cual aún necesitaban más pruebas. Todo esto convirtió durante unos meses su tranquila vida en una continua lluvia de información, pesquisas y llamadas consistentes en jadeos, supuestamente de Zodiac. La película también nos muestra las consecuencias que esa obsesión tuvo en su vida personal, aunque de un modo tan ligero que su importancia o impacto acaba resultando mínimo.

Los tonos apagados y los ambientes oscuros son una constante a lo largo de todo el film, aunque evidentemente su presencia se acentúa durante la mayoría de los crímenes de Zodiac


La truculencia, aspecto habitual en el cine de Fincher, ya fuese de un modo efectivo (Se7en) o arruinando por completo una idea interesante (Fight Club), no hace la más mínima aparición en este trabajo suyo. La sobriedad destaca en todos los planos, ya que en ningún momento el director se recrea en los asesinatos, ambientes degradados o tortuosa mente del asesino. Eso sí, la oscuridad y los colores apagados hacen acto de presencia en gran parte de la película como un personaje más, ocultando quién sabe qué en cualquier esquina cercana al Golden Gate y dando un aire muy pesmista e incluso melancólico, gracias al estupendo trabajo de iluminación de Harris Savides.

En ocasiones más cercano a un documental por su densidad de información y cuidada reconstrucción de los hechos, este film supone una clara victoria para Fincher y un paso más como cineasta, realizando un proyecto arriesgado en muchos aspectos y poco condescendiente con el grueso del público. No en vano la película fue un importante fracaso en taquilla a pesar de sus estupendas críticas. Mucha gente se esperaba una película en la línea habitual de Fincher, pero por suerte no ha sido así. Esta vez ha demostrado que es capaz de alejarse de lo efectista y realizar una obra de verdad, de las que necesitan apoyo e interés por parte del público para funcionar correctamente.