4 feb 2008

¿Quería ser como Jesse James... o quería ser Jesse James?

'The Assassination of Jesse James by the Coward Robert Ford'
('El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford')



AÑO: 2007
DURACIÓN: 160 min.
DIRECTOR: Andrew Dominik
GUIÓN: Andrew Dominik (Novela: Ron Hansen)
BANDA SONORA: Nick Cave
FOTOGRAFÍA: Roger Deakins
MONTAJE: Curtiss Clayton, Dylan Tichenor
PRINCIPALES INTÉRPRETES: Brad Pitt, Casey Affleck, Sam Shepard, Mary-Louise Parker, Jeremy Renner, Sam Rockwell, Ted Levine, Paul Schneider, Zooey Deschanel





Robert Ford asesina a Jesse James por la espalda, como un verdadero cobarde, empleando, además, la pistola que el propio Jesse le había regaladoInquieto, como si le acabaran de susurrar al oído lo que iba a ocurrir en pocos minutos y se resignase a ello, Jesse James se acercó a la ventana y, mientras observaba las casas de sus desconocidos vecinos, se quitó el cinturón con sus dos revólveres y lo dejó sobre su sofá. Para que sus vecinos no sospechasen de su verdadera identidad, según sus propias palabras, pero ni Robert ni Charlie supieron muy bien qué pensar en ese momento. El más pequeño de los hermanos Ford todavía temblaba y tenía su mirada perdida en cualquier lugar lejos de Missouri. ¿Cómo es que Jesse no lo había matado?, se preguntaba el joven. Antes de que pudiera llegar a una respuesta, el legendario forajido se fijó en el cuadro colocado encima de la chimenea. Un simple caballo, no especialmente bien pintado, lleno de polvo, según Jesse. Cogió una silla. Se subió a ella. Robert miró a Charlie. Éste, apoyado en el marco de la puerta, sacó su revólver y, con evidente vergüenza por lo que iban a hacer, lo amartilló mientras apuntaba a su costado. Robert se levantó y sacó su pistola nueva, aún reluciente y sin estrenar. Jesse vio reflejado en el cuadro a su mayor seguidor apuntando a su cabeza. No hizo ni un movimiento, no hizo ademán de girarse, no pronunció una sola palabra, ni siquiera cerró los ojos, simplemente esperó a que sucediese lo que tenía que suceder...

Jesse nos muestra a un hombre que se siente totalmente perdido, vagando sin rumbo por este mundo, por lo que no siente un especial miedo ante su muerteDe este modo tan poco espectacular, e incluso sonrojante, fue la muerte de Jesse James, el delincuente más famoso de EE.UU. y el personaje sobre el cual se han hecho más películas en la historia. Pero no nos encontramos ante otra película sobre este forajido, sino ante un retrato sobre ese personaje tan fascinante que resulta Robert Ford. Joven, engreído pero discreto, deseoso de realizar grandes hazañas pero siempre en un segundo plano, poco dado a vicios como las mujeres, el juego o el alcohol, ha vivido únicamente para conocer a Jesse James, y finalmente consigue formar parte de su banda. No tardará mucho en ganarse el favor del famoso forajido a pesar de resultar pesado en sus halagos y poco eficaz como delincuente. Pero las cosas cambiarán cuando Frank, el mayor de los hermanos James, decide dejar el mundo de delincuente y llevar una vida tranquila. Entonces Jesse se toma un pequeño respiro en sus fechorías, pero en unos meses sus hombres comienzan a desconfiar de él, sabiendo que no dudará en matar a cualquiera que piense por un solo momento en llevarlo ante la justicia para cobrar la recompensa. Robert Ford realmente nunca había pensado en ello, hasta que se da cuenta de que Jesse James no lo cree así.


La amistad que surge entre ambos personajes es realmente extraña, dando la impresión de que Jesse desconfío de Robert desde el principio y le encomendó la misión de acabar con su vida


La compleja mente de Robert, el verdadero núcleo de la película, y que proporciona los mejores momentos, es analizada profundamente a lo largo de todo el film, sin olvidar al contradictorio Jesse. Unos pocos flashbacks y un tono general muy descriptivo y pausado, unidos al correcto empleo de una voz en off narrando antiguas reflexiones y vivencias, son los responsables de que quedemos fascinados con las ideas que pasan por la mente del joven Ford. Sobre Jesse tenemos menos información, pero es fácil comprobar que se encuentra harto de su vida, totalmente perdido, y que muchas veces ni se puede reconocer a sí mismo en sus acciones. El resto de los personajes sirven principalmente para desarrollar a estos dos y se mantienen siempre a un lado.

El descomunal trabajo de fotografía de Roger Deakins alcanza momentos de una perfección increíble, como en la secuencia del atraco al trenAndrew Dominik no sólo acierta en el tono personal y poético con que impregna a la película, sino que ha logrado también una obra de una belleza visual que hacía tiempo no se veía en una sala de cine. Escenas como la del asalto al tren están iluminadas con una perfección increíble por parte del experto Roger Deakins y son por sí solas motivo para visionar la película. El tono ligeramente dorado que impregna todo el metraje es realmente hermoso, recordando al de clásicos como Fiddler on the Roof, pero de un modo más natural y suave. El afamado director de fotografía demuestra que no sólo con los hermanos Coen es capaz de lograr grandiosos trabajos, subiendo un peldaño más en su escalera hacia la perfección de imagen.

A muchos les disgustará por su afán poético e intimista, tildándola de presuntuosa y poco creíble, pero lo cierto es que The Assassination of Jesse James by the Coward Robert Ford ya se ha convertido en un título importante dentro del género del western de las últimas décadas, apuntándose a la popular vertiente de la decadencia de ese mundo. Su historia no es especialmente original, y quizás la voz en off esté demás en alguna ocasión, pero tenemos unas preciosas imágenes para disfrutar en todo momento como si de un poema visual se tratase. Y, por encima de eso, tenemos dos mentes cautivadoras a las que asomarnos: el amargado y perdido Jesse James, con una de las mejores interpretaciones de Brad Pitt, y el joven y complejo Robert Ford, que ha supuesto el descubrimiento de un gran actor, Casey Affleck. Y es que no hace falta preguntarse si Casey es como Robert Ford. Simplemente es Robert Ford.

3 feb 2008

La soledad de encontrarse a uno mismo

'Into the Wild'
('Hacia rutas salvajes')



AÑO: 2007
DURACIÓN: 140 min.
DIRECTOR: Sean Penn
GUIÓN: Sean Penn (Novela: Jon Krakauer)
BANDA SONORA: Michael Brook, Kaki King, Eddie Vedder
FOTOGRAFÍA: Eric Gautier
MONTAJE: Jay Cassidy
PRINCIPALES INTÉRPRETES: Emile Hirsch, Vince Vaughn, William Hurt, Kristen Stewart, Catherine Keener, Marcia Gay Harden, Hal Holbrook, Jena Malone, Brian Dierker




Ciertas películas dependen muchísimo de la mentalidad de quien las vea, de su capacidad para conectar con los protagonistas, con sus ideales, con sus deseos, con sus ideas. Así para algunos puede resultar un simple panfleto demagógico, o incluso un sinsentido debido a unas bases ideológicas mal sustentadas, mientras que para otras personas puede ser la máxima representación de una manera de vivir o pensar que quizás nunca puedan experimentar en sus carnes. Por este motivo, Into the Wild no será vista de igual modo por una persona pragmática que por alguien idealista o con un alma ansiosa de ser libre.

Uno de los grandes puntos fuertes de esta película es su éxito a la hora de mostrar los parajes naturales en todo su esplendor con el fin de comprender la plenitud del protagonista al hallarse en ellosChristopher McCandless representa al joven en busca de libertad que casi todos hemos tenido dentro alguna vez. Hastiado con esta sociedad capitalista, deseoso de romper con todas sus responsabilidades y ataduras sociales y emocionales, decide lanzarse al vacío donando todos sus ahorros y saliendo a la carretera en busca de aventuras. Sus amargados y emocionalmente desgastados padres intentarán buscarlo por diversos medios, pero el joven logra que jamás lo encuentren debido a que ellos son uno de los principales causantes de su vacío emocional. Años y años de discusiones, divorcios en ciernes, imparable ambición profesional y un progresivo distanciamiento entre padres e hijos. Sólo su hermana puede comprender los motivos que llevan al joven Christopher a emprender este viaje sin destino fijo que le permitirá conocer a un importante abanico de personajes que enriquecerán su visión de la vida.

La madura hippie con la que Chris se encuentra al poco de comenzar su viaje se convertirá en una de sus mejores amigas, pero a la vez representa el fracaso a la hora de encontrar la plenitud del mismo modo que él intentaComo toda “road movie”, Into the Wild se articula en torno a una serie de encuentros con personajes de diferente índole, comenzando por una pareja de hippies que se convertirán en dos de los mejores amigos de Chris y que representan la decadencia de aquello que el joven quiere alcanzar: la plena libertad. Más tarde vendrán una pareja de turistas daneses, un trabajador de la industria del trigo, una joven hippie que se enamorará de él y un veterano de guerra que lleva una existencia solitaria y enormemente monótona. Todos simbolizan algo para él, lo que puede llegar a ser su vida, lo que podría haber sido, la existencia que posiblemente llevarán sus padres... Esta enorme complejidad hará que él mismo se replantee su viaje en más de una ocasión, pero nunca abandonará su gran objetivo: vivir en plena naturaleza en Alaska.

El idealismo, el optimismo y esa cierta ingenuidad que caracterizan al protagonista, interpretado de modo exultante en todo momento por esta nueva promesa que es Emile Hirsch, constituyen el principal motor emocional de la película, por encima de cualquiera del resto de los personajes. Su hermana es un personaje omnipresente debido a su voz en off, pero casi siempre retransmite las reflexiones y antiguos comentarios del joven Christopher, o su reacción ante ellos, por lo que no se convierte en ningún momento en un personaje especialmente importante. Los únicos que rivalizan con nuestro errante joven en la transmisión de sus sentimientos son la hippie desengañada interpretada por Catherine Keener y el veterano de guerra, sin duda el personaje que más evoluciona de todos los que se nos muestran, sobre todo gracias al gran trabajo del veterano Hal Holbrook, impecable mostrando con una simple mirada la amargura de alguien que ha estado solo toda su vida y siente que la ha desperdiciado en gran parte.


Ron, veterano de guerra y anciano solitario y de rutinaria vida, sentirá como Chris se convierte en el impulso emocional que siempre había necesitado para poder dar un giro a su vida y salir de esa monotoníaPero no sólo tenemos un magnífico reparto como punto a favor del trabajo de Sean Penn, ya que este gran actor metido a director también demuestra un excelente dominio de la cámara, lo que unido a una elección de localizaciones impecable otorga a la película, aun con una fotografía no especialmente destacable en su iluminación, un apartado visual majestuoso y enormemente bello, perfecto para conectar con las enormes ansias de vivir en plena naturaleza del protagonista. También podemos disfrutar de una hermosa banda sonora, aunque algo desaprovechada en más de una ocasión, y unas agradables canciones de Eddie Vedder. Pero no todo son rosas, ya que Penn demuestra en más de una ocasión cierta prepotencia con varias líneas de diálogo en off y sus reflexiones, además de existir algunos segmentos donde el ritmo cae de un modo notable. Por suerte no son muchos, pero siguen siendo importantes baches a superar.

Para mucha gente nos encontramos ante una película ingenua, o incluso falsa, pero otros, como el que escribe esta líneas, han visto en el joven Christopher y este film una muestra de que es posible ir a contracorriente en esta sociedad y vivir fuera de toda norma y convención; una visión de que la felicidad no depende sólo de tener pareja o vivir de forma acomodada; otro ejemplo de que la familia no siempre es un buen refugio emocional; y, sobre todo, una más que estimable obra que, aunque adolece de ciertos problemas en su narrativa, ofrece momentos de gran belleza visual y profundidad emocional.