3 feb 2008

La soledad de encontrarse a uno mismo

'Into the Wild'
('Hacia rutas salvajes')



AÑO: 2007
DURACIÓN: 140 min.
DIRECTOR: Sean Penn
GUIÓN: Sean Penn (Novela: Jon Krakauer)
BANDA SONORA: Michael Brook, Kaki King, Eddie Vedder
FOTOGRAFÍA: Eric Gautier
MONTAJE: Jay Cassidy
PRINCIPALES INTÉRPRETES: Emile Hirsch, Vince Vaughn, William Hurt, Kristen Stewart, Catherine Keener, Marcia Gay Harden, Hal Holbrook, Jena Malone, Brian Dierker




Ciertas películas dependen muchísimo de la mentalidad de quien las vea, de su capacidad para conectar con los protagonistas, con sus ideales, con sus deseos, con sus ideas. Así para algunos puede resultar un simple panfleto demagógico, o incluso un sinsentido debido a unas bases ideológicas mal sustentadas, mientras que para otras personas puede ser la máxima representación de una manera de vivir o pensar que quizás nunca puedan experimentar en sus carnes. Por este motivo, Into the Wild no será vista de igual modo por una persona pragmática que por alguien idealista o con un alma ansiosa de ser libre.

Uno de los grandes puntos fuertes de esta película es su éxito a la hora de mostrar los parajes naturales en todo su esplendor con el fin de comprender la plenitud del protagonista al hallarse en ellosChristopher McCandless representa al joven en busca de libertad que casi todos hemos tenido dentro alguna vez. Hastiado con esta sociedad capitalista, deseoso de romper con todas sus responsabilidades y ataduras sociales y emocionales, decide lanzarse al vacío donando todos sus ahorros y saliendo a la carretera en busca de aventuras. Sus amargados y emocionalmente desgastados padres intentarán buscarlo por diversos medios, pero el joven logra que jamás lo encuentren debido a que ellos son uno de los principales causantes de su vacío emocional. Años y años de discusiones, divorcios en ciernes, imparable ambición profesional y un progresivo distanciamiento entre padres e hijos. Sólo su hermana puede comprender los motivos que llevan al joven Christopher a emprender este viaje sin destino fijo que le permitirá conocer a un importante abanico de personajes que enriquecerán su visión de la vida.

La madura hippie con la que Chris se encuentra al poco de comenzar su viaje se convertirá en una de sus mejores amigas, pero a la vez representa el fracaso a la hora de encontrar la plenitud del mismo modo que él intentaComo toda “road movie”, Into the Wild se articula en torno a una serie de encuentros con personajes de diferente índole, comenzando por una pareja de hippies que se convertirán en dos de los mejores amigos de Chris y que representan la decadencia de aquello que el joven quiere alcanzar: la plena libertad. Más tarde vendrán una pareja de turistas daneses, un trabajador de la industria del trigo, una joven hippie que se enamorará de él y un veterano de guerra que lleva una existencia solitaria y enormemente monótona. Todos simbolizan algo para él, lo que puede llegar a ser su vida, lo que podría haber sido, la existencia que posiblemente llevarán sus padres... Esta enorme complejidad hará que él mismo se replantee su viaje en más de una ocasión, pero nunca abandonará su gran objetivo: vivir en plena naturaleza en Alaska.

El idealismo, el optimismo y esa cierta ingenuidad que caracterizan al protagonista, interpretado de modo exultante en todo momento por esta nueva promesa que es Emile Hirsch, constituyen el principal motor emocional de la película, por encima de cualquiera del resto de los personajes. Su hermana es un personaje omnipresente debido a su voz en off, pero casi siempre retransmite las reflexiones y antiguos comentarios del joven Christopher, o su reacción ante ellos, por lo que no se convierte en ningún momento en un personaje especialmente importante. Los únicos que rivalizan con nuestro errante joven en la transmisión de sus sentimientos son la hippie desengañada interpretada por Catherine Keener y el veterano de guerra, sin duda el personaje que más evoluciona de todos los que se nos muestran, sobre todo gracias al gran trabajo del veterano Hal Holbrook, impecable mostrando con una simple mirada la amargura de alguien que ha estado solo toda su vida y siente que la ha desperdiciado en gran parte.


Ron, veterano de guerra y anciano solitario y de rutinaria vida, sentirá como Chris se convierte en el impulso emocional que siempre había necesitado para poder dar un giro a su vida y salir de esa monotoníaPero no sólo tenemos un magnífico reparto como punto a favor del trabajo de Sean Penn, ya que este gran actor metido a director también demuestra un excelente dominio de la cámara, lo que unido a una elección de localizaciones impecable otorga a la película, aun con una fotografía no especialmente destacable en su iluminación, un apartado visual majestuoso y enormemente bello, perfecto para conectar con las enormes ansias de vivir en plena naturaleza del protagonista. También podemos disfrutar de una hermosa banda sonora, aunque algo desaprovechada en más de una ocasión, y unas agradables canciones de Eddie Vedder. Pero no todo son rosas, ya que Penn demuestra en más de una ocasión cierta prepotencia con varias líneas de diálogo en off y sus reflexiones, además de existir algunos segmentos donde el ritmo cae de un modo notable. Por suerte no son muchos, pero siguen siendo importantes baches a superar.

Para mucha gente nos encontramos ante una película ingenua, o incluso falsa, pero otros, como el que escribe esta líneas, han visto en el joven Christopher y este film una muestra de que es posible ir a contracorriente en esta sociedad y vivir fuera de toda norma y convención; una visión de que la felicidad no depende sólo de tener pareja o vivir de forma acomodada; otro ejemplo de que la familia no siempre es un buen refugio emocional; y, sobre todo, una más que estimable obra que, aunque adolece de ciertos problemas en su narrativa, ofrece momentos de gran belleza visual y profundidad emocional.

1 comentario:

Anónimo dijo...
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